IZABALPUERTO BARRIOS
Carlos Gomez: Otra prostituta FAFERA (Denuncia Ciudadana Izabal)
Nuevamente nos posicionamos como tu única opción para informarte, a diferencia de todas las rameras faferas que operan en el mundo del periodismo en toda la región nororiental, El Puerto Informa es el único medio de comunicaciones en el que puedes confiar y además generamos empleo para todos los netcenteros y arrastrados muertos de hambre que reciben dinero de Hugo Sarceño y otras escorias políticas por difamarnos.
En esta ocasión vamos a exponer al dueño de la página llamada ‘Denuncia Ciudadana Izabal’, si, ese que tiene un dedo señalando y se cree con la autoridad para decir quien es o quien no es corrupto, pues hoy te toca ser expuesto a ti Carlos Daniel Gómez Sánchez, como la prostituta barata que eres, cabe destacar que muy barata.
Así es amigos, esta ramera fafera utiliza su paginita mediocre para atacar a distintos políticos, al parecer con el objetivo de recibir coima para cesar con el acoso y por lo visto ya le funcionó, Carlos Gómez ya fue contratado por el Plan de Prestaciones de los Trabajadores de la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomas de Castilla, adivina sobre quien ya no publica… Está de más decirlo.

Recordemos que uno de los objetivos de la página Denuncia Ciudadana Izabal era criticar a la Empornac, últimamente ya ni menciona a la portuaria y de hecho claramente en sus publicaciones ya tomó bando y promociona ciertos comportamientos dentro de dicha empresa.

Pues acá te mostramos el precio de esta prostituta barata, realmente te reirás al ver lo que cuesta comprar voluntades ya que por el módico precio de dos mil ochocientos veinticinco quetzales con diez centavos (Q2,825.10), esta perra se sube al tubo y hasta se deja penetrar analmente.


Más que risa da lástima este tipejo, ahora analiza mejor lo que publica en su página mediocre ya que probablemente lo que ande es buscando trabajo, por lo visto esta limosna solo será por un mes ya que la contratación especifica que terminará a final de diciembre.
Carlos Daniel Gómez Sánchez se une el club de las prostitutas del periodismo en toda la región nororiental, un grupo de muertos de hambre que por un par de billetes, venden el futuro de toda la población y ocultan el actuar de la escoria política que utiliza el dinero público para su propio beneficio.